Con relación a la Sanidad de Suecia, pero en general a los Sistemas Sanitarios, una de las mejoras que se tiende a incorporar es la LIBERTAD DE ELECCION. Teóricamente este derecho fomentaría la competitividad entre los centros, probablemente la eficiencia, pero sobre todo pretende que los servicios sanitarios sean más EQUITATIVOS. Esto evitaría que un paciente, para una intervención, no tenga esperar más tiempo que otro, únicamente debido al lugar de residencia. Se podría extrapolar a nivel de cada condado o autonomía en el caso de España o a nivel nacional, como es el caso de Suecia.
José Manuel, en uno de sus comentarios acerca de la libre elección, decía que para la gente mayor es inviable, ya que cuidados y desplazamientos van a cargo del paciente. Efectivamente es algo que hemos debatido en el grupo e incluso en las propias entrevistas aquí en Suecia. Hay mucha gente mayor o, que independientemente de la edad, tiene bajo nivel económico. En estos casos, tienen tales CONDICIONANTES, que la complejidad de la organización y los costes asociados a los viajes, acompañamiento por alguna persona en una zona distante a su hogar, no les permite asumir otras opciones. Lo cual supone que, en la práctica, tienen un derecho que no les es posible ejercer. Sin embargo, gente más joven con más recursos puede decidir solicitar parte de sus servicios sanitarios en otra zona, por ejemplo, para el cuidado buco-dental, sin problemas.
De manera que un nuevo derecho planteado para superar las desigualdades, puede volverse en contra y, en definitiva, puede contribuir precisamente a lo contrario. Es algo que a veces ocurre en los Sistemas, no sólo el Sanitario.
¿La solución? Evidentemente el problema es complejo y plantear soluciones que cubran perfectamente todas las perspectivas es difícil. Quizá realmente el problema es el enfoque. Nuevamente estamos pensando desde la organización, la estructura y NO DESDE EL PACIENTE. Por tanto, la solución tendría que enfocarse más desde la perspectiva del paciente. Hay dos características que pueden conformar parte de la solución PRIORIZACIÓN y PROACTIVIDAD.
PRIORIZACION ¿Dónde es importante tener libertad de elección?, en los casos más graves, más críticos o más invalidantes.
PROACTIVIDAD ¿Cómo asegurar que se ejerce la libre elección en estos casos? Siendo PROACTIVO, identificando los casos desde el Sistema, analizando las necesidades de la persona en su entorno y asegurando que se asocian las facilidades mínimas razonables para poder ejercer la Libertad de Elección.
En ese sentido, hay avances, en algunos estados y autonomías se legislan algunos derechos, como la Ley de Garantías en el País Vasco. Se focalizan a admitir un mayor compromiso en pacientes con patologías cardíacas que requieren intervención o en pacientes oncológicos… Puede ser parte del camino que debemos recorrer para ser más equitativos.
He incluido fotos de Malmo, haciendo un símil, podría ser como el el puente que une Malmo con Copenhage, también tendremos que pensar soluciones imaginativas y de futuro.




2 comentarios:
Realmente es un debate interesante y no exento de multiples enfoques. Yo entiendo la perspectiva del paciente/cliente y las dificultades que se pueden plantear para las personas mayores. A veces tengo dudas de que las organizaciones sanitarias, al menos la nuestra,entiendan la perspectiva del profesional sanitario. Es importante no olvidar que, cuando se trata de atencion sanitaria, lo que la gran mayoria de las personas buscamos es que nos resuelvan el problema de salud y eso, habitualmente, lo hacen mejor los profesionales mas preprados. Vamos a impedir a nuestra gente que decida que le tratae el profesional que consideran mejor se ajusta a sus necesidades?
Seguiremos discutiendo en el hopsital
Muy interesante reflexión para un economista.
Desde el punto de vista de ajuste demanda y oferta, se puede definir un equilibrio teórico, basado en la homegeniedad de ambas.
El problema es cuando la demanda la segmentas con tantas variables que es prácticamente imposible segmentar la oferta de forma eficiente.
Es decir, se necesita una simplificación del sistema para intentar que la oferta socio-sanitaria se ajuste a unos pocos segmentos de población y atender discriminada o ajustadamente a los mismos.
Es decir, LA IGUALDAD NO EXISTE, sino que es perniciosa, además de demagógica.
NO hay dos seres humanos iguales e igualar sus derechos de acceso al sistema sanitario es una falacia muy peligrosa.
Creo que se debe ser valiente a la hora de plantear unos criterios claros de las reglas de acceso y explicarlos a la sociedad.
En mi opinión, lo demás es marear la perdiz.
AA
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