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lunes, 20 de junio de 2011

Cuando el error se convierte en oportunidad.


Esta es otra historia sueca. El VASA se hizo a la mar en su primera travesía en 1628, desde el puerto de Estocolmo. 
Es un barco que se construyó para HACER HISTORIA, tenía que ser uno de los mejores navíos de la flota sueca. Tardaron dos años en su construcción. Portaba 64 cañones. El Rey Gustavo Adolfo II, de la familia Vasa, fue coronado a los 11 años, según aparece en las esculturas que decoran el barco. Se le representa como protector de los ciudadanos suecos. En el casco, aparecen diversas esculturas de los emperadores romanos, así como figuras de la mitología griega, romana, sueca. La intención era mostrar la grandeza de la realeza sueca.
Sin embargo al poco de hacerse a la mar, tras lanzar las salvas de honor desde sus cañones, el barco se hundió en las aguas del Báltico, donde permaneció 333 años.
En 1961 se consiguió rescatar del fondo marino. Ha sido reconstruido, conservándose el 95%de sus piezas originales. Hoy en día constituye un tesoro histórico y es uno de los monumentos turísticos más visitados, en un museo construido expresamente para ello, en Estocolmo.
Comentaba en una entrada anterior las características de la MENTALIDAD SUECA, el contar historias o su éxito al tratar de generar negocio a partir de algo que ellos tengan en abundancia, sea habitual o tremendamente práctico.
En este caso, va más allá. Han TRABAJADO Y CONSTRUIDO a partir de un GRAN ERROR, que en su momento supuso una tragedia, murieron al menos 30 miembros de la tripulación, además de la pérdida económica y de imagen.
La idea surgió de Anders Franzen, que desde niño había conocido el archipiélago de Estocolmo. Se dio cuenta de la diferencia de las aguas del Báltico con respecto a otros mares de agua salada, que permitían una mejor conservación de los materiales en sus aguas y que podía hacer pensar en una posible recuperación del barco hundido.
Tal y como dicen  Fernando Trías y Alex Rovira en “La buena suerte”, para crear nuevas circunstancias, ES FUNDAMENTAL VALORAR POSITIVAMENTE EL ERROR. El error es la clave del cambio. Quien no se equivoca no prospera, ni progresa.
Son muchos los autores que refiriéndose a la gestión o al liderazgo hablan del error y de la importancia de su adecuada aceptación. Está claro que no se busca deliberadamente el error. Pero un directivo a lo largo de su carrera, para introducir cambios, debe asumir riesgos. En algunos casos conducen a error. La habilidad de saber convertir el error en una oportunidad y en una forma de aprendizaje, está muy vinculada a la gestión innovadora y flexible. El éxito en la gestión dependerá también de la capacidad de medir adecuadamente el riesgo asumido, en función del hipotético beneficio del cambio.

1 comentario:

Maribel dijo...

Hola viajera, soy Maribel y te escribo desde Bilbao. Sigo tu blog desde que me lo dijo Alicia, pero por falta de tiempo no he podido escribirte. Te echamos de menos en tai-chi y te mandamos buenas vibraciones.
Me encanta todo lo que escribes, aunque de lo profesional no entienda. Creo que si te cansas de tu profesión siempre puedes escribir un libro o ser guía profesional por que comunicas muy bien.
Yo estoy apurando los últimos días de trabajo para pegarme unas buenas vacaciones...
Un beso enorme y sigue tan activa!!!