Nos falla la colaboración
En las últimas semanas, han sido varias las ocasiones en las que colaboración y cooperación han sido mencionadas, con un valor que describiría como estratégico.
En las últimas semanas, han sido varias las ocasiones en las que colaboración y cooperación han sido mencionadas, con un valor que describiría como estratégico.
http://www.retics.net/intro.htm
Sin embargo, esta iniciativa ha tenido que ser dirigida, desde un organismo central, ya que, aunque muchos grupos están acostumbrados a colaborar, este funcionamiento no acababa de sistematizarse o estabilizarse, incluso cuando había por detrás historias de éxito nacidas de esta colaboración. De esta iniciativa de RETICS, están sin duda generándose avances muy valiosos en investigación.
Por otra parte, revisando el informe COTEC 2012 de Innovación y Tecnología, me volvía a sorprender con una apreciación semejante. Viendo el incremento dedicado en los últimos años a I+D+i de las empresas españolas, el crecimiento en el número de patentes (este último casi se ha multiplicado por tres en 10 años), sin embargo en ambos indicadores seguimos lejos de otros países europeos y por supuesto de Estados Unidos o Japón http://www.cotec.es/. Cuando en este informe cuestionaban a expertos de los condicionantes de esta situación, entre otras razones volvía a aparecer: “la escasa propensión a la colaboración de las empresas entre sí y entre estas y los centros tecnológicos”.
Esta misma cuestión, subyacía en otra reunión en la que valorábamos la alta calidad y resultados del sistema sanitario nacional, conjuntado además con el valor y potencial de nuestras empresas biotecnológicas y, sin embargo estas sinergias no se aprovechaban para construir colaborativamente productos y soluciones de interés para ambas partes. Una vez más, la falta de colaboración, de mirar qué puede necesitar el sistema o qué están haciendo nuestras empresas, incluso locales, está frenando nuestro crecimiento económico, aunque tengamos mimbres suficientes para hacerlo.
No creo que este fallo en la colaboración esté en nuestros genes, probablemente tenga más que ver con la cultura o con carencias en el modelo de enseñanza y educación. Puede ser que, a través del modelo de enseñanza que se propugna actualmente con Bolonia, que fomenta el trabajo en equipo y el desarrollo de un conocimiento y experiencias conjuntas e internacionales, las nuevas generaciones actúen de otro modo. Pero para la generación que ahora estamos en la brecha, las posibilidades de colaboración y cooperación pueden ser la estrategia diferencial que nos lleve, no sé si al éxito, pero seguro que a una gran mejora diferencial. Es cuestión de hacer la reflexión cada uno en nuestro pequeño ámbito.